El efecto de la tecnología y de las redes sociales,

entre padres e hijos.

Ahora, a través de las redes sociales, podemos ingresar al hogar de cualquiera y conocer, con tan sólo tocar una pantalla, su estilo de vida, sus preferencias, sus hábitos y sus prácticas.

Esto hace que se pierda el interés por lo que está sucediendo a nuestro alrededor, dando como resultado la desconexión con la familia, los amigos cercanos y nuestras tradiciones.

El mundo adulto parece también estar atravesando una etapa complicada, la cual, sin lugar a dudas, colabora para el desarrollo de la preocupación del uso de la tecnología y las redes sociales por parte de los hijos.

A pesar de todas las buenas intenciones, el núcleo familiar ha sido impactado. Los niños crecen cada vez más de forma independiente. Existe poco tiempo para atenderlos. El tiempo de la refacción se ha terminado. Con mucha suerte, algunas familias comparten una comida alrededor de una mesa.

¿Dónde quedó entonces, el lugar para

la “Universidad de la Vida”?

Lamentablemente, en estos tiempos tecnológicos, muchos niños la encuentran en la palma de su mano: en el mundo virtual.

El mundo adulto juzga a los niños... !!!

Buscamos su respeto, su atención y su ajuste a las normas.

Sin embargo, no nos percatamos cuánto hemos fallado nosotros en respetarlos a ellos, en atenderlos con gentileza, en interesarnos genuinamente por sus gustos, sus retos y sus intereses.

¿qué tanto estamos dispuestos a atenderlos a ellos antes que a la llamada, nuestro propio “What’s App”chat, nuestro Facebook y nuestro Twitter?