viernes, 12 de febrero de 2016

FRUSTRACION!!!


FRUSTRACION....!!!



La frustración es una típica respuesta emocional que manifestamos los seres humanos cuando se produce el fracaso de un deseo o esperanza, es decir, consiste en un sentimiento híper negativo y desagradable y que está en estrecha vinculación con las expectativas insatisfechas por no haber podido conseguir lo que se buscaba o quería.


En tanto, un fracaso implica la falta de éxito que tiene algo o la obtención de un resultado adverso, que obviamente no se esperaba.

Cabe destacarse que cuanto mayor es la voluntad que alguien tiene para que ese hecho o evento se produzca de manera satisfactoria mayor será la frustración si no se lo consigue.

La psicología es la disciplina que más ha abordado este tema y por ello concluye que se trata de un síndrome que puede presentar diferentes síntomas y que impacta de diversa manera en las personas y en relación al tipo de personalidad que el interesado presente.

Es importante destacar que en algunos casos la frustración puede desarrollar graves problemas psicológicos para quien la padece y normalmente es imprescindible que esa persona reciba contención familiar y de sus afectos y la asistencia de un profesional.

Los expertos en la materia distinguen varios tipos de procesos que implican frustración: frustración por barrera (se da cuando hay un obstáculo que impide lograr el fin deseado), frustración por incompatibilidad de dos objetivos positivos (hay una posibilidad de lograr dos fines pero ambos son incompatibles), frustración por conflicto evitación-evitación (prevalecen dos situaciones negativas que generan la huida), frustración por conflicto aproximación-aproximación (se genera por la indecisión que resulta de una situación que propone resultados positivos y negativos en la misma escala).

Ahora bien, existen tres comportamientos básicos frente a la huida: la respuesta agresiva, que es aquella que se caracteriza porque la persona que padece la frustración saca a relucir toda su ira y entonces golpea aquello que le causa la frustración.

Otra actitud habitual es la huida, es decir, la persona que padece la frustración decide huir para ponerle punto final a la frustración que padece.

Y finalmente se puede producir el mecanismo de sustitución para evitar la situación frustrante y que consiste en cambiar el objetivo por otro que provoque menos angustia, menos frustración.


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